-¡No me preguntes más por qué lo hice, ni yo misma lo sé! -grita Angélica.
-¿No sabes por qué has echado los tres años que llevamos juntos por la borda? -bufa Carlos con los puños apretados, luchando contra el impulso de abrir un boquete de un puñetazo en la pared.
-Por un buen polvo -contesta Angélica harta-. Pero delante de mí no finjas que te importa nuestra relación. Lo único que te duele es tu ego herido.
Ok, María! ya estás afiliada tú también ;)
ResponderEliminarBesos.
Pufff, no estoy segura de saber explicar bien lo que he sentido al leer este microrelato. Voy a dejarlo con un "me gusta" :) Besitos
ResponderEliminarMe ha gustado bastante, dice mucho y es bastante real ;)
ResponderEliminarKanon!
Este relato me ha hecho recordar a padre de familia y su "Zás en toda la boca". Me ha gustado mucho ^^
ResponderEliminarohhh dios es genial. Si es que me encanta, eres la **** ******.
ResponderEliminarMuchas gracias por poner el promo ^^ Bss
A veces buscamos formas incorrectas de romper con las cosas, cuando no hay valor para hacerlo de frente.
ResponderEliminarAy qyue duro!
ResponderEliminarbeso!
fuerte.. pero suele suceder muchooooo.
ResponderEliminarBesos lunaticos
yo tambien tengo derecho a elegir algo alguna vez!
ResponderEliminargracias por el premio ...
ResponderEliminarme encanta saber que me sigues
Entonces no hay nada echado por la borda, eñ barco se hundió solito.
ResponderEliminarBueno es una razón como otra cualquiera para echar por la borda una relación,jajaja. Parece que él se merecía un escarmiento para espavilar...
ResponderEliminarCada día me gustan más tus microrelatos!!!
Muaaaaaaaaaaaaaaa!!