17 de enero de 2011

Las mareas

El reloj avanza imperturbable, las horas pasan y los días transcurren.

El dolor va y viene como las mareas. A veces se aleja tanto, que llego a ver mis pies sobre la arena y pienso que puedo sostenerme sola, que no es tan difícil como creía. Otras veces el agua lo inunda todo, llegando a estar por encima de mi nariz. Y pienso que me ahogo, que mis piernas y mis brazos no son lo suficientemente fuertes como para mantenerme a flote. Entonces me hundo hasta el fondo con la esperanza de que la marea cambie otra vez.

10 comentarios:

  1. Qué horrible cuando uno siente como se ahoga sin poder remediarlo...Genial el relato wapa, como siempre :)

    Un besazoo

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  2. Uffff. Es sobrecogedor... Me has dejado sin palabras...

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  3. Buenísima comparación,permite que uno se exprese con toda claridad, como has hecho =)
    La vida está llena de mareas diferentes, que vienen y van.

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  4. A esa sensación le llamo yo "extraña y puta sensación"... es horrorosa!

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  5. esa sensación es muy fea pero suele pasar me gusta mucho como usas las metaforas

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  6. Habrá que aprender a respirar bajo el agua.
    Besos, María.

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  7. :O
    Tan pronto va hacia una dirección y un sentido, como cambia justo al contrario, peor no le peudes recriminar nada al fin y al cabo, ¿verdad?
    Me ha encantado, y admeás me ha hecho pensar en mi situación; las cosas cambian, cierto? :)

    Besos, y gracias por escribir así*-*

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  8. Me ha gustado mucho la comparación con las mareas, como ya han dicho otros anteriores a mí, es muy significativa. Es todo muy bonito, lo de los pies en la arena... la subida de la marea...
    Besos :)

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