El reloj avanza imperturbable, las horas pasan y los días transcurren.
El dolor va y viene como las mareas. A veces se aleja tanto, que llego a ver mis pies sobre la arena y pienso que puedo sostenerme sola, que no es tan difícil como creía. Otras veces el agua lo inunda todo, llegando a estar por encima de mi nariz. Y pienso que me ahogo, que mis piernas y mis brazos no son lo suficientemente fuertes como para mantenerme a flote. Entonces me hundo hasta el fondo con la esperanza de que la marea cambie otra vez.
Qué horrible cuando uno siente como se ahoga sin poder remediarlo...Genial el relato wapa, como siempre :)
ResponderEliminarUn besazoo
Uffff. Es sobrecogedor... Me has dejado sin palabras...
ResponderEliminarBuenísima comparación,permite que uno se exprese con toda claridad, como has hecho =)
ResponderEliminarLa vida está llena de mareas diferentes, que vienen y van.
A esa sensación le llamo yo "extraña y puta sensación"... es horrorosa!
ResponderEliminaresa sensación es muy fea pero suele pasar me gusta mucho como usas las metaforas
ResponderEliminarHabrá que aprender a respirar bajo el agua.
ResponderEliminarBesos, María.
:O
ResponderEliminarTan pronto va hacia una dirección y un sentido, como cambia justo al contrario, peor no le peudes recriminar nada al fin y al cabo, ¿verdad?
Me ha encantado, y admeás me ha hecho pensar en mi situación; las cosas cambian, cierto? :)
Besos, y gracias por escribir así*-*
Que bonito!!!!!!
ResponderEliminarBss
Me ha gustado mucho la comparación con las mareas, como ya han dicho otros anteriores a mí, es muy significativa. Es todo muy bonito, lo de los pies en la arena... la subida de la marea...
ResponderEliminarBesos :)
Ahi va un salvavidas con bigotes! ;)
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