David se tumbó sobre la hierba recién segada, mirando las nubes. Las había de muchas formas y tamaños. Blancas, grises y azuladas. De pequeño había creído que aquella masa de vapor era sólida y de textura parecida al algodón. Había soñado con alcanzarlas y sentarse sobre ellas divisando las casas y las personas, diminutas por la distancia.
Los años le habían enseñado que su sueño era imposible. Que nunca podría acurrucarse en lo alto de una nube ni alcanzar con un dedo el sol. Sin embargo, cada vez que su vida se volvía demasiado seria y estresante, David se tumbaba en la hierba mirando las nubes y dejando volar de nuevo su imaginación.
Fantástica terapia contra el estres es de lo más relajante.
ResponderEliminarBss
Al igual que David, aquí hay una a la que le encantaría volar como heidi en la cabecera de sus dibujos. Volando sobre las nubes... ^^
ResponderEliminarTodos lo hemos hecho alguna vez :)
ResponderEliminarMe recordaste mi infancia *-*
ResponderEliminarHermosa... Gracias
a mí me gustaba verlas a través de la ventanilla del coche cuando nos íbamos de viaje a algún lugar :)
ResponderEliminarmuchas gracias por tu comentario! me alegro que te guste!
:*!
A mí me encanta hacer lo mismo que a David :) Uno nunca deja de ser un niño ^^
ResponderEliminarBesos!
Pa' Poulain.
En estos momentos me gustaría estar en el lugar de David, aunque a estas horas más bien vería las estrellas.
ResponderEliminarUn besito.