La calle estaba iluminada con la cálida luz de las farolas y su silencio quedaba manchado por el impacto de los stilettos de Leire contra la acera. Le encantaba estilizar sus piernas sinuosas con zapatos de tacón imposible y faldas que se pegasen a sus curvas como una segunda piel.
Era consciente que desprendía un aura de confianza en sí misma que hacía que los hombres empequeñecieran a su lado. Algunos también enloquecían, y es que Leire siempre dejaba huella. Sin embargo, nadie había conseguido hacer lo mismo con ella. Nunca había dedicado más de un pensamiento a un mismo hombre y eso le gustaba. Se sentía incorruptible por las redes del amor y se vanagloriaba de poder atravesaras fácilmente sin exponer su corazón.
Esta noche otro nombre se grabaría en su recuerdo. Eso era todo cuanto concedía a los hombres. Nada más.
Ese poder de hinoptismo es genial, aunque es triste que ninguno sea capaz de surcar su corazón.
ResponderEliminarQue mal que nadie llegué a su corazón :(
ResponderEliminarPa' Poulain.
En parte me gusta que la protagonista tenga una carácter fuerte pero por otra parte me da un poco de pena pensar que nunca se va a enamorar de nadie...
ResponderEliminarBesoss
Leire es una chica lista, y en cierto modo me gustaría ser como ella.. :)
ResponderEliminarPero estoy segura que alguien logrará traspasar esa coraza que tiene.
Esta semana dejaré algo para tí en mi blog :)
Muá
Me da un poco de lástima, pero parece que a ella le gusta, ¿ o no?
ResponderEliminarMe encanta el espíritu de esta mujer..queriendo disfrutar de la libertad en todo momento. Sin ataduras y sin cadenas que le hagan daño. Una vez más, he disfrutado de esos sentimientos tan únicos que destilan tus palabras.
ResponderEliminarBesos de letras con Tinta.
Alguna llegará, quiera o no... :)
ResponderEliminarVerás, verás...