9 de diciembre de 2010

...ya no queda helado

Comimos el helado demasiado rápido. Sin saborear su cobertura de chocolate y almendras, sin lamer pausadamente la cremosa nata, sin dejar el barquillo para el final.

¿Y ahora qué nos queda?

Intentamos revivir las experiencias olvidadas, pero ya no hay vuelta atrás.

10 comentarios:

  1. Preciosa metáfora.
    A veces las ganas, simplemente tener ganas de, hace que todo ocurra demasiado rápido y que no podamos disfrutar de lo que estamos haciendo.

    Es un error muy común, pero que mucho; pero creo que con el tiempo, uno puede aprender a saborear.

    ResponderEliminar
  2. Suele suceder,.. con todo en la vida.!! lamentablemente solo nos damos cuenta de eso cuando el helado se acaba.!!

    Besos lunaticos

    ResponderEliminar
  3. ..y el futuro, siempre se podrá "comprar más helado"
    :)

    ResponderEliminar
  4. Si, siempre se aprende a saborear.
    c: Saludos!

    ResponderEliminar
  5. pasa a veces que por ir demasiado rápido no disfrutamos las cosas...

    ResponderEliminar
  6. Excelente pensamiento (:
    Mejor se daña...

    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Pero quedaran mas experiencias para vivir en el futuro

    ResponderEliminar
  8. Pues la próxima vez no cometeremos ese error.
    Muxu bat.

    ResponderEliminar
  9. Deberíamos disfrutar más de las pequeñas cosas...

    Un besitooo

    ResponderEliminar

Planta tu semilla...